Cuando las normas en una empresa están establecidas e incorporadas por todos, el comportamiento de las personas es mucho más fluido y ameno.

Las normas formales deben de ser consistentes, para que sin importar el tipo de incidente, la sanción sea imparcial y adecuada, lo que nos lleva directamente al concepto de que las normas deben de ser justas, tanto cuando se premie o se sanción un comportamiento o conducta.

Por otro lado, para que las normas en una empresa se cumplan, deben haber sido comunicadas y ser conocidas por todos. De nada sirve, redactar unas normas o querer establecerlas si no se les comunican al grupo de trabajo.

Otra de las características importantes en el establecimientos de normas de cualquier pyme es que estas deben estar relacionadas con los objetivos laborales, esto quiere decir que deben relacionarse con el objetivo a largo y mediano plazo de la empresa, para tener una concordancia entre la acción y los deseos.

Además, estas normas, tienen que ser capaces de expresar los valores reales de la empresa, porque las normas le demuestran a los clientes, proveedores y empleados el valor y espíritu real de dicha empresa, lo que la hará diferenciar sustancialmente de la competencia.

Cada norma, debe establecer además, las consecuencias de su violación, para que se sepa previamente qué podría llegar a suceder si esa norma implementada en la pyme no se cumple.

Desde luego que la implementación de normas en empresas tiene grandes ventajas siempre y cuando se realicen de forma consciente y con el fin de favorecer el funcionamiento, reducir problemas y facilitar el cumplimiento de objetivos internos y externos. Si no se tiene muy en claro cómo crear normas de empresas podría acudir a un servicio de soluciones integrales de empresas, en el que un experto, una vez estudiado su caso particular le ofrecerá las mejores alternativas a aplicar.

Departamento Fiscal

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